Dios, la prioridad en nuestras familias.

Moisés le predicó a Israel su último sermón antes de entrar a la tierra prometida, este es conocido como el "SHEMA",
que literalmente significa "Escucha", según Deuteronomio 6:4-9 Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grabate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo, llévalas en tu frente como una marca y escribelas en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades.
Esto, además de proclamar su fe en un solo Dios, como ninguna otra nación en el mundo, lo fue para fijar en cada familia la importancia de la obediencia a los mandamientos de Su palabra.
Su propósito, además de definir que tenemos un solo Dios, es mostrarnos la base para tener una familia que tiene sus prioridades bien puestas. Israel como la gran familia de Dios estaba pronto para entrar a la tierra prometida. Ellos tenían la misión ser familias sanas en medio de una sociedad enferma. Mis amados, el éxito de una iglesia está directamente relacionado con el trabajo que hacemos en nuestras familias, por esto necesitamos priorizar lo que es importante, en este caso debemos aseguramos de que nuestros hijos aprendan a conocer a Dios y tener una relación con Él.
